Premios Planeta 1963-1966 , El Cacique , Las Hogueras, Equipaje de Amor para la Tierra , A Tientas y a Ciegas .
Nuevo
7,62 €
Descripción
El cacique
El cacique, novela ganadora del Premio Planeta 1963, es una narración rica en peripecias y acontecimientos, que se desarrolla en forma sumamente ágil y llena de sorpresas por lo que a la aventura individual de los personajes se refiere. Por el contrario, en lo que respecta a su fondo social, pesa, desde el primer instante en que se plantea la situación, como un halo de tragedia que desembocará en la solución fatal y previsible que viene determinada por la condición acomodaticia y mezquina de las fuerzas vivas del pueblo que es escenario único de la novela.Luis Romero se encara con los problemas que surgen en ese pueblo en el momento en que muere un cacique que lo ha tenido dominado largos años. La narración dura poco más de treinta horas y culmina cuando, terminada la ceremonia del entierro, los hombres pusilánimes y egoístas, esas fuerzas vivas a que hemos aludido, se acercan a rendir pleitesía al nuevo cacique, que también los oprimirá y explotará a cambio de ejercer sobre ellos una vaga tutela. A través de los personajes, dibujados con el crudo y certero trazo a que nos tiene acostumbrados Luis Romero, tenemos la impresión de asistir a la disección de un cuerpo, un cuerpo social que es como una alambrada que cerca y aprieta el destino individual de esos hombres y mujeres.El relato, fuerte, vivo, está resuelto casi enteramente por medio de diálogos ensamblados en una gran riqueza de situaciones. El sarcasmo y el vigor es tal, que llega a parecernos caricaturesco a fuerza de ser realista; y ello no porque el autor utilice la ironía como instrumento, sino porque el foco implacable de Luis Romero se proyecta sobre el desaforado e injusto vivir de un pueblo donde otro hubiera creído ver una vida idílica o, todo lo más, un pintoresquismo tradicional.Estamos seguros de que esta novela tendrá una amplia resonancia, tanto por la personalidad del autor como por la riqueza de humanidad que derrochan sus personajes, cuyas notas individuales componen una verdadera sinfonía.
Las hogueras
Las hogueras plantea, a través de una técnica de contrapunto y un estilo en el que se conjugan el más crudo realismo con la más honda poesía, el problema esencial del hombre: la búsqueda de la felicidad. El personaje central, Sibila, sensual ex modelo parisiense, hija de un mundo fastuoso y depravado, busca su felicidad por medio del amor. Su marido, Archibald, intelectual adinerado, lo hace intentando hallar a Dios desde un angustioso escepticismo. Daniel el Monegro, un ser puramente instintivo y con un pasado sangriento, se convierte en el amante de Sibila y encauza toda su ambición hacia la riqueza. Por último, Asunción Molino, la maestra de escuela, vive inmersa en la amargura de su vocación y de su vida fracasada. Y, por extensión, estos personajes nos ofrecen una amplia visión de la sociedad de aquella época, con su desesperada lucha por la existencia por debajo de la huera fraseología de hermandad. Una desolada playa de Mallorca, batida por las olas y los vientos, es el escenario donde estos seres debaten sus ansias de vida, que queman inútilmente como las estériles hogueras de verano
Equipaje de amor para la tierra
Desde las primeras narraciones hasta Equipaje de amor para la tierra, el autor no hace sino derramar humanidad, dar vida a unos personajes terriblemente vivos, hondamente humanos. Si en otras obras suyas nos hemos encontrado con verdaderos tipos de carne y hueso, los cuales han sido capaces de estremecer hasta los más escondidos rincones de nuestra alma, en Equipaje de amor para la tierra las palabras de María, hablando de su hijo muerto, nos harán vibrar como si fuese de dolor, esa rebeldía y ese deseo –fuerte e inútil deseo– de felicidad, palpitara dentro de nosotros.He aquí un autor que no podía sino darnos una obra como ésta, una novela vivida, sentida con calor, con dureza, pero con amor y poesía en todas sus páginas
A tientas y a ciegas
Sara es una mujer desgraciada, desorientada, egoísta… En su camino encuentra el amor y se entrega a él, vendados los ojos, como es de rigor. Y camina a tientas; pero en ese caminar no ha perdido la facultad de decidir. Y si la apurasen mucho, mucho, llegaría hasta a quitarse la venda.Más tarde, inesperadamente, le sale al paso la idea de los hijos y se entrega a esta idea, a estos posibles hijos, ciegamente, por puro instinto que ni elige ni decide. Y en esta ceguera total es donde empieza a ver claro...Novela dotada de apasionante amenidad, A tientas y a ciegas posee cualidades suficientes para ser leída con indeclinable interés. De ahí que meritísima mente fuera galardonada con el Premio Planeta 1966.